lunes, 11 de marzo de 2013

Los niños son el reflejo de lo que se ven en sus padres.


                            


A veces los padres dejan pasar por alto algunas formas de educar y de prevenir ciertas actitudes de los hijos. A continuación se presentan algunos consejos .
El poder de ser un buen ejemplo
Los niños imitan a sus padres desde las pequeñas actitudes hasta las más grandes. De ahí surge la necesidad de brindarles el mejor ejemplo. Si papá o mamá  dice cosas negativas o burlonas de los vecinos, no debe extrañarle que sus hijos hagan lo mismo.
Lo mejor: educar en casa
Esperar que únicamente la educación de la escuela o el colegio haga de los pequeños excelentes personas es un error, la principal educación se da en casa y nace desde los primeros años de vida. Establecer las reglas antes de salir de casa también es importante.
La necesidad de establecer reglas
Los padres que se caracterizan por ser permisivos tienden a obviar las reglas; piensan que sin ellas los niños tendrán “más libertad”. Al no establecer reglas básicas los padres se arriesgan a que sus hijos, en el futuro, tengan actitudes desafiantes y estén acostumbrados a que se les permita hacer lo que quieran.
Todo comienza con el respeto
Un valor que puede marcar la diferencia es el respeto: el respeto por las personas adultas, por su integridad en general, respeto hacia todo. Es incomprensible que se le pida a un niño que respete a una mujer adulta pero que le cause gracia que ataque violentamente a su mascota, ya sea perro gato u otro.

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