sábado, 20 de octubre de 2012

EL PROYECTO DE REFORMA DE LA LEY DE EDUCACIÓN: UNA EDUCACIÓN DESIGUAL EN EL SIGLO XXI



EL PROYECTO DE REFORMA DE LA LEY DE EDUCACIÓN: UNA EDUCACIÓN DESIGUAL EN EL SIGLO XXI


El señor ministro de Educación, Cultura y Deporte, señor Wert, presentó el anteproyecto de la ley orgánica para la mejora de la calidad educativa con el que se pretende contrarreformar nuestro sistema educativo, contrariándose a todo lo que él mismo dijo, las medidas nos remiten claramente a las dos fuentes ideológicas que lo han inspirado: el neo-liberalismo y el neo-conservadurismo.

El neo-liberalismo educativo, considera la educación como un negocio. El sistema educativo público, más que tener como finalidad la formación integral de los alumnos, busca para esa ideología prioritariamente como objetivo último su formación para el mercado de trabajo, que en el capitalismo actual debe ser la formación una mano de obra barata y flexible, apta para adaptarse a cualquier clase de tarea o trabajo. Según el anteproyecto para percibir el tufo neo-liberal que desprende todo su texto, mencionemos: El currículo escolar se centra y da prioridad a las disciplinas instrumentales básicas en la formación de la mano de obra flexible y barata que requiere el nuevo capitalismo. Las disciplinas de carácter humanístico quedan minusvaloradas en el currículo oficial propuesto; el adelantamiento al tercer curso de la opción de elección entre Formación Profesional o Bachillerato busca la desviación hacia esta última de una gran parte del alumnado como fuente de formación de mano de obra flexible y barata. Por otro lado, los centros educativos tendrán una autonomía que les permita alcanzar un perfil singular buscando que se establezca la competitividad entre ellos... 

La otra fuente ideológica de la que se nutre la propuesta reforma educativa es el neo-conservadurismo Esta ideología considera la escuela pública gratuita como una red subsidiaria de la red de colegios concertados y privados. Esto es, la existencia de una doble red. Una red pública para la formación de las clases populares y medias, bajas, y la red privada para las élites y las clases altas. A la red pública se le atribuye la doble función de cubrir las necesidades de formación de mano de obra de escasa cualificación y la de contribuir a reproducir los valores y la cultura conservadores que permitan mantener la hegemonía ideológica neo-conservadora sobre el conjunto de la sociedad. Concibe, además, el sistema educativo público como un filtro o un sistema selectivo que trata que la mayoría, los de abajo, sólo recorra los peldaños inferiores del sistema público y sólo las minorías, miembros de las clases altas, cubran, en el sistema privado preferentemente, todas sus etapas y alcancen así los títulos más elevados y hasta los niveles de excelencia académica. El l filtro que van a suponer las tres pruebas nacionales de reválida tras cada una de las etapas del sistema educativo. La creación de una Formación Profesional Básica estigmatizadora para aquellos alumnos que no superen la Educación Secundaria Obligatoria. Las evaluaciones concebidas, contra toda la literatura didáctica, como criterios meramente evaluativos y no correctores. La ausencia de menciones concretas en el texto a las ratios de profesor-alumno va a promover la realidad de clases sobrecargadas de alumnos y convertirse así en obstáculo (casi) insalvable para cualquier intento de educación personalizada. La gran desconfianza que emana todo el texto hacia la labor de los profesores y la desvalorización de su actividad profesional que van a suponer medidas como la que establece que éstos puedan impartir asignaturas afines e incluso ser trasladados de etapa educativa y de centro. Y en el terreno del adoctrinamiento en los valores conservadores, un mayor control del currículo por el Gobierno central y la sustitución de la Educación para Ciudadanía por otra disciplina, Educación Cívica y Constitucional, cuyos contenidos van a estar, sin duda, más en consonancia con los valores tradicionales conservadores... 

En Resumen: Las diez claves de la reforma educativa 

· Más control del Gobierno. El Ministerio de Educación aumenta su capacidad de fijar los contenidos educativos. 

· Reválidas al final de cada etapa. Se impondrán cuatro pruebas de evaluación a nivel nacional a final de cada etapa educativa en Primaria, ESO y Bachillerato. 

· Libertad de educación. Pese a las sentencias del Tribunal Supremo, el anteproyecto permitirá a las comunidades autónomas otorgar conciertos a los colegios de educación diferenciada. 

· Materias reforzadas. Ganan peso las materias instrumentales, como la lengua, las matemáticas o las ciencias, respecto a otras optativas. 

· Educación para la Ciudadanía. En Primaria, será sustituida por Educación Cívica y Constitucional. Ya no se impartirá en Primaria y en Secundaria, como hasta ahora, sino que únicamente en 2º de la ESO. 

· Decidir con 15 años. La ley convierte 4º de la ESO (15 años) en un "curso de iniciación" bien al bachillerato, bien a la formación profesional. 

· Bachillerato. Se reduce a cinco vías (Ciencias e Ingeniería, Ciencias de la Salud, Humanidades, Artes y Ciencias Sociales), y también tendrá una evaluación final nacional (sustituye a la selectividad), con un valor del 40%, mientras que la nota media de la etapa tendrá un peso del 60%. 

· Autonomía de los centros. Los centros educativos tendrán autonomía para diseñar e implantar métodos pedagógicos propios y los directores necesitarán acreditar la superación de un curso de formación específico. 


.  Desplazamiento del profesorado.

. No se habla para nada de ratio.

"SI UN DOCTOR, UN ABOGADO O UN DENTISTA TUVIERA A TREINTA PERSONAS O MÁS EN SU OFICINA A LA VEZ, TODAS CON DIFERENTES NECESIDADES Y ALGUNAS QUE NO QUIEREN ESTAR ALLÍ Y EL DOCTOR, ABOGADO O DENTISTA, SIN AYUDA, TUVIERA QUE TRATARLOS A TODOS CON EXCELENCIA PROFESIONAL DURANTE DIEZ MESES, ENTONCES PODRÍAN TENER UNA IDEA DE LO QUE ES EL TRABAJO DEL DOCENTE EN EL AULA".
(Kathy A. Megyeri. 

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