jueves, 19 de agosto de 2010

Así nos iguala la justicia.




Uno de mis amigos de facebook (Antonio Román García) decía en la página si eres mujer puedes, que los jueces respaldan que lesionar a una mujer no siempre sea violencia de género.(Lo podéis leer en mi facebook también). No es el único juez que últimamente, a mi parecer, dicen muchas paridas. Os recuerdo que D. Francisco Serrano Castro, magistrado juez de familia de Sevilla cuando vino a Cádiz Manifestó en Diario de Cádiz (19 de marzo 20010) que cree que en el siglo XXI , es humillante para las propias mujeres el decir que por el hecho de serlo están en inferioridad con respecto a sus parejas ¿Y con eso se justifica una norma de discriminación positiva?
Para refrescarle la memoria a este juez, decirles desde que se inició el siglo XXI, más de 662 mujeres han muerto por violencia de género y que el número de denuncias desde 2007 hasta 1er semestre de 2009 fueron 337.057, lo que da una media de 11.000 denuncias al mes y 366 diarias. Estas son las cifras que nos encontramos desgraciadamente en los medios de comunicación, aportadas por los organismos oficiales que sitúan la violencia sobre las mujeres en un 93% frente a un 7% contra los hombres. En este punto hay que aclarar que muchas de estas condenas son mutuas por violencia y agresiones entre ambos miembros de la pareja.
En los primeros tres años y medio de funcionamiento de los juzgados especializados de violencia de género (desde julio de 2005 hasta diciembre de 2008) se registraron 95.284 condenas por violencia machista de un total de 140.705 juicios, según cifras ofrecidas por el Observatorio Contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General el Poder Judicial (CGPJ)
Ante estas cifras el juez de familia Francisco Serrano Castro mantiene que existe una ideología de género que empapa a la sociedad con su pensamiento único, llegándola a identificar con el fascismo.
Según este Sr. juez “existe una gran mentira basada en la discriminación de la mujer que no existe, con lo cual podemos afirmar que la discriminación de género no existe en España”.
Este juez parece que habla sólo de lo que le conviene, obviando que la mujer, aún sigue siendo discriminada socialmente, sufre la precariedad laboral en mayor medida que los hombres, y aún a pesar de las campañas de concienciación, tienen un menor salario en las mismas condiciones que los hombres, de media hasta un 30 % menos. Las mujeres se concentran en las categorías profesionales más bajas, teniendo más dificultades que los varones para promocionar (segregación vertical). Suelen acceder a un determinado tipo de ocupaciones consideradas tradicionalmente como femeninas (segregación horizontal). Y también entre las mujeres tienen un mayor peso los empleos temporales y a tiempo parcial, también es mayor la tasa de paro.
La pobreza se feminiza ya que 1 de cada 5 hogares sustentados económicamente por una mujer se encuentra en situación de pobreza (en el caso de los hombres, es 1 de cada 7); especialmente en los colectivos de personas mayores (por su mayor esperanza de vida y ausencia del mercado laboral). Así pues, 1/3 de los hogares sustentados por mujeres son pobres”
Hoy aunque en las universidades es mayor el número de mujeres que terminan y con mejores notas medias que los hombres, sin embargo se ven relegadas de los puestos de decisión y dirección de las empresas.
Deja entrever que desde hace siete años hay en nuestro país un intento de imponer una dictadura de género dentro del tejido democrático, que está metida en todas las instituciones, y tiene poder económico y poder político. Y también el poder mediático, puesto que contra esto no se puede hablar: han impuesto una ley del silencio. ¿Quiere decir un juez de este país que desde que gobiernan los socialistas se está atacando el tejido democrático para favorecer a las mujeres en contra de los hombres?
Considera en la entrevista que el ser mujer supone una forma de promoción profesional y promoción política y no se detiene a pensar en que ser hombre supone no una forma de promoción sino una forma real de tenencia del poder profesional y político. Hace menos de 30 años una mujer no tenía ni siquiera capacidad de abrir una cuenta corriente en un banco ni mucho menos de retirar el dinero de ella sin el permiso de su marido ni que decir tiene que la educación les estaba vetada salvo para ser perfectas madres.
Sin leyes correctoras de esta situación de discriminación difícilmente se puede llegar a una igualdad real entre hombres y mujeres, y lo que nos lleva a un profundo desanimo es el ver que personas como este juez que tienen que aplicar justicia, entiendan que no pasa nada y que a día de hoy hemos llegado a una igualdad total. mi conclusión a final es ¿Será que ellos que son los que tienen que juzgar los casos de violencia de género desconfían de ellos mismos, o sea, será que no lo hacen bien? Al fin y al cabo son ellos los que deciden y supongo que cualquier denuncia desde este tipo tendrá que ser demostrada.

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